x_llumetpetit
michael mpentagrama4

domingo, 4 de julio de 2010

PROGRAMA 2 de julio de de 2010

Vamos a comenzar el viernes con un músico poco conocido en España. Un magnifico guitarrista suizo afincado en Marbella. Disfrutad del sonido de este genial guitarrista que además ha grabado el solito todo lo que oís en este tema instrumental titulado The Detune.



Hoy en GRANDES ALBUMES DE LA HISTORIA DE LA MUSICA. “Argus” que Wishbone Ash publico en 1972.

Wishbone Ash es posiblemente uno de los grupos más infravalorados del planeta, no se sabe si por falta de atención hacia ellos por parte de los medios de comunicación o porque no han sido debidamente seguidos, como para llegar a descubrir fabulosos discos como este "Argus".

Se trata sin duda de la obra cumbre del grupo británico, que fusiona perfectamente el hard rock típico setentero con los desarrollos musicales característicos del rock progresivo.

La formación del grupo en "Argus" es la siguiente:

Martin Turner (Voces,Bajo)

Andy Powell (Guitarras,Voces)

Ted Turner (Guitarras,Voces)

Steve Upton (Batería)

Con estos cuatro integrantes, Wishbone Ash realizaron uno de los mejores discos de la década de los 70.

Un trabajo que se inicia con "Time was",que puede ser el tema más flojo del disco, y eso habla muy bien del nivel de este maravillosos disco, pues en muchísimos trabajos de cualquier grupo de Rock, esta composición sería muy destacable, pero es tal el nivel compositivo del resto de canciones, que dicho corte se queda un poquito por detrás de las demás.

"Time was" es un tema tranquilo en sus primeros minutos, que poco a poco va ganando en fuerza y poderío.

Con unas voces muy bien conjuntadas por parte de Ted y Martin.

Las guitarras son muy buenas, con grandes solos de guitarra y una base rítmica sobresaliente.

"Sometime World" es una verdadera delicia para escuchar.

Cantada por Martin y Andy,posee unas melodías musicales realmente sugerentes y unas guitarras increiblemente elegantes.

Al cabo de unos minutos el ritmo se acelera para brindarnos un gran solo de bajo, mientras el grupo tararea armoniosamente unas cuantas palabras.

Esas melodías vocales tan sugerentes que encontrábamos en el inicio de tan preciada pieza, se vuelven a repetir pero esta vez algo más acelerada, con todos los instrumentos a pleno rendimiento acompañando las voces.

Con "Blowin' free" uno no puede hacer más que sorprenderse por el enorme talento de estos cuatro genios.

Con un bajo muy destacable y unas guitarras impresionantes.

Esta vez,Martin,Ted y Andy son los encargados de poner las voces, siempre bien conjuntadas entre si.

Contínuos cambios de ritmo que hacen que todavía sea más jugosa la escucha de esta composición.

De nuevo con grandiosos solos de guitarra.

"The King will come" es un tema que poco a poco va ganando en fuerza, con las guitarras dibujando unas melodías preciosas, mientras la batería es golpeada con ritmo militar.

Más adelante nos acompañará un gran riff que será protagonista en la mayor parte de la canción.

Martin y Andy son los encargados de poner las voces.

Melodías vocales siempre elegantes y unos grandes desarrollos musicales hacen de este tema un clásico a tener muy en cuenta.

"Leaf and stream" es el tema más corto del disco.

Muy tranquilo, ambiental,con unas guitarras que parecen susurrar.

Martin es el encargado de poner las voces en este corte.

Como podéis leer en esta reseña, las voces se van alternando entre los miembros del grupo.

"Warrior" se inicia con un buen riff de guitarra al que le sucede un gran solo de guitarra.

Otro corte con numerosos cambios de ritmo.

Las melodías creadas por las guitarras están muy cuidadas.

Todo suena perfecto en este disco...no sobra ni falta de nada.

De las voces se encargan Martin y Andy.

"Throw down the sword" es la última perla del disco.

No hay mejor manera de terminar un disco que escuchar una pieza tan sofisticada como esta.
Con unos solos de guitarra tan intensos como hermosos y con un final realmente apoteósico.

Quien no haya escuchado este disco, le recomiendo que vaya ahora mismo a su tienda de discos y se lo compre, porque habrá adquirido una verdadera obra de arte.

Todas las canciones son dignas de mención y ya les gustaría a muchos de los grandes poder contar en su discografía con un disco como este llamado "Argus".




TE ACUERDAS DE....?

FALLEN IDOLS.-
Ellos son uno de los pocos grupos vallisoletanos recordados, queridos y citados en la prensa especializada, llegaron a recibir el nombre de "la mejor banda de rock and roll vallisoletana de todos los tiempos", sobre todo una vez que se separaron, algo que quedó claro cuando hacia 1989 se editó el disco "The return of F. I.", con buenas críticas y ventas a nivel nacional. Buena parte de esta repercusión se debe a su cantante, Jimmy, imagen del grupo, quien cancelaría la banda y se trasladaría a Madrid donde formaría The Nativos junto a músicos de Pistones o Enemigos y con los que grabaría un mini-cd; además de mejorar como músico y cantante. Y es que F. I., al principio, no eran más que un grupo de amigos a los que les gustaba el rock and roll y tenían en Jimmy a un gran conocedor del género, sabía quien era Kim Fowley y esto es algo que ignoraban el 100 % de los músicos de aquella época. También formaba parte del grupo El Niño, reputado batería también trasladado a Madrid donde tocaría con distintos grupos como Sex Museum o toda la última etapa de Def Con Dos.







El concierto de San Mamés era el último del Black Ice Tour, y la organización había confirmado que podía ser un día especial. Las familias de los integrantes de la banda habían llegado a Bilbao para realizar una celebración con motivo del final de la gira, y confiábamos en que todo eso se tradujera en alguna variación sobre el set list habitual en esta gira. Pero nada nuevo hubo. El concierto discurrió como los anteriores, el mismo repertorio y los mismos efectos.

l escenario era monumental, alcanzaba los 52 metros de alto, y presentaba una ampliación en forma de pasarela hasta más allá del medio campo para que Brian Johnson y Angus Young pudieran pasearse de vez en cuando. Allí Angus interpretó su solo en “Let there be Rock”, y fue aclamado como lo que es, uno de los más grandes del Rock, con un increíble magnetismo. Nunca pensé que un solo de 15 minutos pudiera mantener al público en tensión constante, gritando y respondiendo a sus vaciles.

Cuando la intro comenzó, aquello parecía una olla a presión, para muchos era la primera vez, así que la intro les hizo gracia, y lo cierto es que el vídeo te hace sonreír aunque mil veces lo veas. “Rock N’ Roll train” fue la primera traca, y como la gente se la sabe bien, San Mamés retumbaba. “Hell ain’t a bad place to be” siguió, y a pesar de ser un temazo, no todo el mundo se sabe la letra, con lo que la intensidad bajó un poco. Este era el punto negativo del día, la cantidad de advenedizos que fueron al concierto porque ahora, ir a ver a AC/DC es “guay”, como si se va a ver “Avatar” en 3D. Había bastantes indocumentados por allí, pero los acontecimientos masivos tienen estas cosas.

Back in black” puso aquello patas arriba, y el riff de Angus fue seguido por un ta-tarará-tarará… unánime, coronado por el primer oe-oe-oe al término del tema. Del último disco, “Black ice” cayeron cuatro canciones, el tema de apertura, el que da título al disco, que tiene un delicioso ritmo bluesy, “War machine” y “Big Jack”, pero las que mejor respuesta obtuvieron fueron los clásicos, especialmente aquellos de estribillo rotundo: “Dirty deeds done dirt cheap”, “Thunderstruck” o la deliciosa “You shook me all night long”.

La prueba de que Angus es un showman llega con “The Jack”, una canción que habla, como siempre la presenta Brian, de una “dirty, dirty woman”. Su striptease hast que se queda en calzoncillos inspira al público y a los cámaras, siempre hábiles, que buscan a las chicas más atractivas de entre el público. Una de ellas se llevó la ovación de la noche al enseñarnos las tetas. Para entonces era evidente que la música de AC/DC sin espectáculo no sería lo mismo. Eso sí, los australianos se habían metido a la gente en el bolsillo y eran ovacionados entre canción y canción de manera atronadora.

La campana de “Hells bells” motivó un nuevo delirio, al igual que ocurrió con “Shoot to thrill” y “High voltaje”, que fue muy bien acogida. La chica gordita de “Whola Lotta Rosie” se frota la entrepierna con el tren que está de fondo en el decorado y aquello anuncia que estamos acercándonos a la recta final. Antes el “oi, oi” con el que acompañamos a “T.N.T.” demuestra que la audiencia está conformando una gran comunión con el grupo, al que se le notaba que estaba disfrutando.

Quizás el gran momento llegó, como decía antes, con “Let there be rock”. El solo de Angus fue, simplemente, memorable. Un poco largo, sí, pero excelente para que el pequeño guitarrista comprobara cuánto le quiere y admira la gente. Lo hizo desde la pasarela, se tiró al suelo, saltó, paraba, seguía, nos miraba, sonreía, en fin, una gozada.

Sólo quedaba tiempo ya para “Highway to hell” y “For those about to rock”, con sus cañones. Por un momento, sin las luces encendidas, pesamos que podrían salir otra vez, aunque sólo fuera para saludar, pero no. Unos fuegos artificiales nos dijeron agur, pero era igual. Todos salimos felices de allí.

Insisto, si te lo perdiste, lo siento. Fue una noche inolvidable para todos. El último concierto de la gira, ¿Uno de los últimos de su carrera? Ojalá que no.


No hay comentarios:

Publicar un comentario