
En este disco, inspirado en el conjunto de relatos cortos Yo, Robot del escritor Isaac Asimov, se utiliza extensivamente las nuevas capacidades del sintetizador Moog de los estudios de la EMI, sello que fuese pionero en el uso de tales facilidades en el disco del mismo grupo Tales of Mystery and Imagination.
Eric Woolfson (que falleció el pasado més de diciembre) y Alan Parsons fueron los encargados de generar piezas tan eclécticas como originales. "I Robot", canción de apertura del álbum, ofrece un cuidadoso arreglo de sonidos sintetizados, instrumentos tradicionales y efectos de amplitud espacial manejando el retardo entre los canales estéreo, donde se puede apreciar la maestría de Alan Parsons como ingeniero de sonido. Otras canciones como "The Voice" hacen uso del vocoder, innovador por aquellos tiempos, y también suenan como un grupo de rock más convencional en "Breakdown", esta última terminada con un segmento coral, arreglado por Andrew Powell
Este álbum marca un estilo que podríamos seguir hacia atrás, partiendo desde el hito The dark side of the moon de Pink Floyd en 1973, donde Alan Parsons trabajó como ingeniero de sonido. En cierto modo, la continuidad entre las canciones (non-stop) y el uso de tomas múltiples de sonido fue también utilizado en Tales of Mystery, indicando una conjunción de técnicas avanzadas de edición con instrumentos electrónicamente sintetizados.
El sonido de estos trabajos identifica el estilo inglés de esa época acompañado de una sólida formación musical de algunos integrantes como Powell, no dudando en incluir elementos de música clásica como corales y de instrumentos no tan tradicionales como arpas, y órganos de tubos (en Tales of Mystery y en Pyramid). Particulamente el sonido del grupo, pulido hasta el extremo de perfeccionismo de Alan Parsons, hacen que I Robot tenga un impecable registro acústico, seguido de una calidad musical sorprendente.
La influencia de Yo, Robot de Isaac Asimov se nota en canciones como Breakdown y I Don't Wanna Be Like You, donde podemos entrever la desesperación de la máquina ante el querer ser hombre, vivir y sentir como un ser humano, y al mismo tiempo, rechazar la naturaleza humana o más bien su lado negativo, su debilidad justamente humana.
Treintaitres años después, el sonido inigualable de la apertura del álbum nos dice que ciertas obras musicales son inmunes al paso del tiempo: I Robot podría bien pasar por un álbum grabado en el siglo XXI Este es, quizás, el legado más importante de esos años, el resistir las modas y el paso del tiempo que es justamente lo que sin duda The Alan Parsons Proyect quiso lograr.

¿ Te acuerdas de...?
Crossbones eran Luis Gadea (voz solista y bajo), Miguel Montero (guitarra), Fernando Labajos (guitarra y coros) y Jose Hermosa (batería y coros), cuatro músicos que se juntaron en 1991 al son de los sonidos más duros' y potentes del rock. Su música derrocha una aportación e inspiración brillante. Por una parte, el ex Crom Luis Gadea canta en un ingles tan perfecto y lo que es más difícil tan sentido, que da a la banda una credibilidad tan propia como para no creer que trabajos así parezcan hechos por cuatro chicos de Valladolid. Por otro lado la instrumentación es compacta y de buena calidad; los coros, los dobles bombos, el bajo y la compenetración entre los dos excelentes guitarristas es sobresaliente. .
En lo que se refiere al repertorio de la banda, lo que se puede encontrar es varias referencias al rock duro de los medianos setenta, sin sobrepasar demasiado los tiempos medios y utilizando riffs a caballo entre los Rollíng Stones y AC / DC como excusa para introducir toda una batalla de guitarras y voces, es por donde se movia esta banda .
Entre su legado encontramos un CD del año 2004 The complete Crossboneses que contiene todas sus grabaciones y las maquetas Back to the bones (1991), Move your bones for R”n”R. (1992), y en este mismo año el single que contenía Hole of madness que ya mismo vamos a escuchar.
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